Frente a las maniobras empresariales, COAG Andalucía pide medidas que realmente compensen a los productores y que permitan ordenar el mercado.
La
vitamina C se queda en los árboles. Los productores de cítricos andaluces se
lamentan por los bajos precios que están provocando que muchas naranjas queden
sin recoger. Tras dos campañas en las que los precios fueron medianamente
razonables, este año los productores se enfrentan a un escenario
insostenible.
“La campaña empezó con retraso y, a
día de hoy, sigue paralizada. No hay demanda ni precio. Y la medida que se ha
puesto en marcha para la retirada de naranjas y pequeños cítricos por parte de
las OPFH no está siendo efectiva, y de hecho hasta el momento apenas se ha
retirado un 11% del cupo para naranjas y un 20% del de pequeños cítricos”,
explica Salvador Fernández, responsable del sector en COAG Andalucía.
Esta medida, que entró en vigor el
8 de enero y cuyo plazo estará abierto hasta el 31 de marzo, ampara la retirada
de naranjas, clementinas, mandarinas y satsumas por parte de las OPFH con cargo
a sus fondos operativos. El cupo es de 50.000 toneladas (30.000 para naranjas y
20.000 para pequeños cítricos), y las frutas retiradas se destinarán a zumo que
será repartido gratuitamente a entidades benéficas. “Esta medida no solo es
insuficiente sino que además deja fuera a muchos productores que no forman
parte de OPFH”, critica Fernández, “por lo que no soluciona el problema del
sector”.
Los bajos precios de los cítricos están provocados
principalmente por la entrada de naranjas de otros países, que han conseguido
cuota de nuestro mercado debido a que en las dos últimas campañas los cítricos
nacionales mejoraron de precio, por lo que algunas empresa optaron por
buscarlos en terceros países.
Este año, a pesar del retraso en el inicio de la
campaña, a las naranjas más tempranas les han afectado sobre todo la entrada de
naranjas de Sudáfrica (con este país existe un Tratado que se firmó en 2016 y
que está favoreciendo la caída de la naranja española, porque cada año se
reducen progresivamente los aranceles y el sector no ha conseguido activar la
cláusula de salvaguardia que frena puntualmente ese descenso), y a las más
tardías, las de Marruecos, Egipto y Turquía.
Pero es que, en estos momentos, las propias naranjas
españolas se hacen la competencia entre sí, porque las variedades tempranas no
encuentran mercado pero tampoco dejan hueco a las más tardías. El ritmo de
recolección es muy lento, en muchas comarcas casi inexistente.
“Los productores de Salustiana están recibiendo
unos 0,12 euros por kilo, y a los de Navelina que entregan para zumo apenas les
quedan 0,04-0,05 euros por kilo”. Apenas hay movimiento en los almacenes.
Respecto al limón Fino, que inició su campaña en
octubre, el año pasado estaba a 0,30 euros y este año a 0,20-0,22 euros por
kilo. En abril se inicia la del limón Verna, que dura hasta junio. Como en el
caso de las naranjas más tardías, estos cítricos se ven obligados a competir con
las importaciones de Turquía, Marruecos y Egipto, cuyos costes de producción
son menores.
Las previsiones apuntan a que próximamente la fruta
dejará de recogerse del árbol, o se malvenderá a precios por debajo de los
costes de producción.
* El sector en cifras
Andalucía es la
segunda comunidad autónoma productora de cítricos a nivel nacional, por detrás
de Valencia. Este año, el aforo preveía una producción de 2.212.016 toneladas.
Por superficie, lidera la naranja, con 58.575 ha; le sigue la mandarina, con
algo más de 17.000; el limón, con más de 6.000 y otros cítricos con 1.793.
Sevilla va a la cabeza en producción de cítricos y supone el 83% de la
producción andaluza de naranja dulce. Le siguen Huelva y Córdoba, pero en
Huelva se cosecha sobre todo mandarina. Entre las provincias de Málaga y
Almería producen el 96% del limón andaluz.
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